A un joven admirador:
Agradecida por una carta tan hermosa y
a tus padres que estoy segura han influido en tu forma de pensar. En
estos momentos algunas películas en las que yo fui protagonista se
ven por TV en diferentes países. Todo mi amor y en igual forma a las
tantas cartas que me llegan de diferentes partes del mundo y un
recuerdo a mis amigos de Facebook. Gracias mil. Adelante se puede.
Queridísima
señora Libertad;
Curioseando
de la manera más noble su precioso blog llegué a toparme con este
email que usted mismo había situado, no se puede ni imaginar la
sorpresa y la felicidad que me hizo al ver eso, una actriz de su
talla escribiendo su correo electrónico para que las demás personas
puedan escribirle personalmente, no lo hace cualquiera y eso la
convierte en una mujer afable cercana a sus admiradores.
Mi
nombre es Raúl y vivo en España, le sorprenderá mi edad pero nací
en el año 1996, a lo que hoy en día tengo 18 años. Amo el cine con
todo mi corazón, desde siempre lo he amado, por lo que cada día me
dispongo a descubrir un poco más de el.
El
año pasado pude descubrir que dentro del cine latinoamericano se
escondían joyas, joyas relucientes que brillaban y siguen brillando
dentro y fuera de la gran pantalla; de belleza salvaje y exótica
como Isabel Sarli, otras con un porte de elegancia y sobriedad como
Laura Hidalgo, pero usted llegó sinceramente a cautivarme; hermosa
cara de ángel, esa tez blanca y rubia melena despampanante, de
curvas que llegaban hasta donde permitiera dejar y con carácter de
pantera.
Mi
curiosidad llegó a limites insospechados, al ver sus películas (la
Venus maldita, acosada, cautiva de la selva...) pude preguntarme;
¿Como una mujer en aquella época de prohibiciones y pesadumbres
pudo ser tan fuerte, revolucionaria y luchadora para enfrentarse a
todo aquello y desnudarse siendo libre (como su propio nombre
indica), de corazón salvaje y dueña de su propio cuerpo? Es
usted aparte de una gran actriz, una gran persona y ejemplo a seguir
para mi. Con sus películas quiere decirnos que no tengamos miedo a
nada, que hay que luchar y tener libertad en lo que uno quiera
hacer.
Aquí
termina mi carta señora Libertad. Quiero decirle que su recuerdo
siempre permanecerá en sus actos, que son nobles y bondadosos, y por
las grandes películas que ha filmado. No cambie, señora Libertad.
Muchas gracias por la gran huella que ha dejado dentro de la
cinematográfica mundial. Su persona siempre está en cabeza de
muchos, de familiares que la aman, de amigos, de conocidos, y de
admiradores de todas las generaciones.
P.D:
Perdone por mi mala forma de expresarme, al pensar que le escribo a
una importante estrella de cine como usted me pone nervioso y me
quedo totalmente en blanco.
Un
cariñoso abrazo para usted y su familia.