Siendo muy joven fue amigo de los grandes maestros de la pintura Salvador Dalí y Pablo Picasso. Con ellos, un ser tan sensible como Antonio logro abrazar las artes y disfrutarlas.
Nos contaba anécdotas, algunas muy simpáticas, otras duras y fuertes.
Cuando lo conocí compartíamos nuestro amor por el club de fútbol "Atlético Madrid" sentados en el llamado palco de honor. Palco por donde pasaron presidentes de diferentes países, monarcas o futuros monarcas, jeques árabes con sus séquitos y distintas autoridades. En ese entonces Jesús Gil era el presidente del club. El y su esposa, mi amiga, María de los Ángeles compartíamos el espectáculo del fútbol, luego, la cena. Momentos muy gratos y de felicidad inolvidables.
La mamá de Antonio, la mía por adopción ya que él decía "eramos hermanos y tenia que cuidarme", era una mujer increíble que nos recitaba a Garcia Lorca. Ella me dijo en una oportunidad: " Si, si tu hermano, pero si estas tratando que no se sepa sobre tu relación , no le cuentes nada. Primero es periodista." Mi amor en ese momento era un hombre muy guapo y muy famoso.
Después...........cuando lo llamaba por teléfono desde Francia o Suiza normalmente lo notaba cambiado, distante. Su mama se había ido y muchos de sus amigos no estábamos junto a él.
Encontrándome en Madrid quise verle en varias oportunidades. Pero ya Antonio había dejado de ser mi hermano, era un extraño. Se había ido. Se adelanto a su viaje final. Opaco su vida al final. No me escucho o no pudo.
Te recordare siempre como mi hermano amoroso, ese que alguna vez tuve, Gracias por tantos momentos felices en nuestra ciudad del alma, Madrid.
Sigamos adelante, se puede
