Buenos Aires de mis amores . Viajo por todo el mundo y cada día quiero más a esta ciudad cosmopolita. Me alegra verla con sus rincones que nos dan la sensación por momentos de encontrarnos en París, Madrid y muchas otras partes del mundo. Nos muestra y nos retrotrae a la época en que llegaron los inmigrantes que dejaron su sello. Creo que los turistas a nivel sensibilidad lo sienten y por eso se enamoran de nuestra ciudad. En estos momentos tengo amigos de Francia y de España a los que agasaje con una comida en mi piso. Están fascinados con todo. Los espectáculos variados, las zonas verdes, la diversidad gastronómica y cultural. Por favor a las autoridades les pido sigan cuidando y adornando las plazas, las zonas verdes , como las llaman los visitantes. Embelleciéndolas , cuidando sus arboledas y no permitiendo la entrada a quienes dañan su esplendor. Los que vivimos acá lo agradecemos y los turistas también. La verdad nuestra ciudad está muy hermosa. El turismo es estupendo en todo sentido y una fuente importante de divisas.
Recuerdo a mi "Dulce" (mi perrita) feliz al poder correr por la plaza cercana a mi piso y mis caminatas tempraneras, en mañanas algunas frías y casi sin gente por la hora. En fin, momentos que están en mi corazón.
Nací en Río Negro, pero me eduqué mas al Sur. Soy sureña de alma.
Recuerdo mis visitas cuando niña a la estancia de mi familia, hacendados. Hacienda de lana fue lo de ellos. Según yo escuchaba en esa época, vinieron de Yugoslavia, de la parte que linda con Trieste, Italia. Los tres hermanos recién desembarcados en el puerto de Buenos Aires fueron directamente al sur a criar ganado lanar.
Años después de la muerte de mi padre mamá se volvió a casar y retornamos al sur desde la casa de mis abuelos maternos. Los colegios privados en esa época y en esa zona eran católicos. Mi familia era muy religiosa y yo viviendo y estudiando en uno de estos colegios no la pase mal. Asumo que no fui fácil. Era una niñata un poco salvaje, con temperamento fuerte y frontal. Algo insoportable según dicen. Algún día les contaré anécdotas de esa época.
Época en que las monjitas tuvieron que soportarme. A los 10 u 11 años les discutía a los curas. A mi director espiritual, padre Agosto, pobre, le saque canas discutiendo sobre diferentes temas religiosos que nos hacían estudiar. Para colmo Monseñor Esandi, Obispo en esa época en Viedma era familiar nuestro por parte de mi madre. Y así salí yo.
Recuerdo todo eso con profunda ternura.
Hasta pronto amigos.
STEVE JOBS 1955-2011
Appel (vice)
Se fue,
mi admiración para una mente privilegiada y creativa.
Este hombre no debería morir, o por lo menos no tan joven. Tenía mucho aún para dar. Los mediocres le quisieron cercenar el camino, no pudieron.
Yo vivo peleando e intentando comprender estos adelantos computarizados que me resultan difíciles, imposibles. Tecnologías, cine de animación, etc.
Me inclino ante este hombre y lloro su desaparición.
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